Foto de portada: COP 24
El pasado mes de diciembre tuvo lugar en Katowice (Polonia) la 24ª Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP24), donde participan los estados miembro de Naciones Unidas, quienes se reunieron para debatir y avanzar medidas para combatir el fenómeno. Pese a no traducirse en grandes avances, Katowice refrendó la voluntad de los estados miembro de continuar comprometiéndose en la lucha contra el cambio climático.
Al congreso asistieron jefes de estado y de gobierno, ministros de medio ambiente, ministros de relaciones exteriores, entre otros grandes cargos, y representantes de la Unión Europea, quienes trabajaron durante estas dos semanas en diferentes temas relacionados con los principios orientados a la implementación de los Acuerdos de París.
Los temas más destacados que se trataron durante la cumbre fueron: la necesidad de contar con mejores fuentes de financiación para implementar acciones climáticas, al haberse reconocido en cumbres anteriores que debían destinarse más recursos a la mitigación y reducción de los efectos del cambio climático; la transparencia, para visibilizar la información sobre la materia e impulsar la credibilidad entre los países, y la necesidad de un mayor nivel de compromiso entre todos los presentes.
Tras doce días de negociaciones, la COP24 se selló con la aprobación del denominado Libro de reglas (https://unfccc.int/Katowice). En él se establece por primera vez un sistema de seguimiento a los avances de los países, para que cada uno de ellos pueda medir el progreso de sus medidas y el aporte que suponen globalmente. Además, reconociendo las peculiaridades de cada país, el Libro de reglas es flexible y concede a los estados que lo necesiten un periodo de adaptación al mecanismo.
Katowice ha vuelto a demostrar las buenas intenciones de los países en su lucha contra el cambio climático y ha puesto de manifiesto que estos confían en disponer de la suficiente financiación para alcanzar los objetivos planteados para 2020. No obstante, si bien el impulso global de las COP no tiene precedentes, aún hay mucho por hacer para convertir las voluntades de los actores en cambios reales. La COP25, que tendrá lugar en Chile en 2019, pondrá a prueba el compromiso real de los países del mundo y examinará especialmente la implicación de Latinoamérica ante el fenómeno.
Para la región, una de las más urbanizadas e implicadas en la lucha contra el cambio climático en el mundo -ejemplo de ello es la iniciativa del Pacto Mundial de Alcaldes-, la COP24 supuso un avance relativo, al lograr aumentar el nivel de ambición climática de los países pero dejar patente que se requiere de un mayor compromiso de los más industrializados a la hora de destinar más recursos para frenarlo.
Acerca del Pacto Global de Alcaldes por el Clima y la Energía
El Pacto Global de Alcaldes por el Clima y la Energía reúne formalmente al Compact of Mayors y al Covenant of Mayors de la UE, las dos principales iniciativas de ciudades para ayudar a las ciudades y gobiernos locales en su transición hacia una economía baja en carbono y demostrar su impacto global. Dirigido por el Enviado Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para Ciudades y Cambio Climático, Michael R. Bloomberg, y el Vicepresidente de la Comisión Europea, Maroš Šefčovič, la coalición comprende más de 9.149 ciudades en 6 continentes y más de 120 países, que representan más de 700 millones de personas o 10% de la población mundial. Obtenga más información en https://diferreirafotografia.com.br/americalatina. El Pacto Global de Alcaldes por el Clima y la Energía de América Latina y el Caribe es el capítulo para América Latina y el Caribe que trabaja para establecer el Pacto Global en la región.