Actuando como responsable por el Secretariado Regional del Pacto Global de Alcaldes para el Clima y la Energía (GCoM) en América Latina y Caribe, me dedico a la planificación e implementación del Pacto en la región. En los últimos años, el Pacto ha logrado expandir considerablemente el número de municipios participantes, enfrentando constantes desafíos y alcanzando nuevos logros. Actualmente más de 650 gobiernos locales son miembros del Pacto en la Región. En todo el mundo son 9200.
Durante la implementación de los objetivos del Pacto, los municipios tienen cuestiones comunes: la falta de recursos humanos o presupuestarios dedicados a la elaboración de los inventarios, análisis de riesgos y planes de acción; y / o la falta de capacidad técnica de los profesionales locales para desarrollar estos productos. La recolección de información relevante también es un desafío, a veces incluso dentro del propio municipio.
A su vez, los logros demuestran el poder de concientización y transformación de ciudades pequeñas. En algunos casos vemos cómo la participación de la comunidad en procesos de reducción y tratamiento de residuos contribuye a la reducción de emisiones. Así, la actuación comunitaria se vuelve de gran importancia en acciones de adaptación y mitigación al cambio climático. En este contexto, es esencial que los municipios comprendan su poder de impacto y «sean ambiciosos», de acuerdo con sus posibilidades.
Igualmente importante es tener en cuenta que la evolución ocurre cuando las ciudades forman grupos de trabajo interdisciplinarios, dimensionan correctamente su plan de acción y también intercambian experiencias con otras administraciones. ¡A través de asociaciones las ciudades pueden alcanzar sus ambiciones!
Por lo tanto, el Pacto actúa proporcionando apoyo en la elaboración de metas de reducción de GEI y acciones de mitigación y adaptación climática, así como trabajar para llenar los huecos entre su definición e implementación, conectando actores. El apoyo se realiza por medio de capacitación técnica (presenciales y en breve virtuales), disponibilidad de manuales y guías, interacciones con los gobiernos nacionales, y también compartiendo recursos técnicos a través de la comunidad GCoM.
Así, al adherirse al Pacto, la ciudad tiene una red de conocimiento y apoyo único. No sólo se vuelve innovadora, sino también un liderazgo en la acción climática local. Y es así que necesitamos seguir avanzando en la agenda climática en América Latina y el Caribe: comprendiendo que el desarrollo inteligente de las ciudades nos hace puntos de liderazgo y no anula las acciones climáticas.
Los gobiernos locales deben ver la importancia de su papel, conectando la agenda climática global (Acuerdo de París) a sus habitantes, lo que proporcionará mejoras en la calidad de vida de los mismos. ¡El compromiso debe ser visto como un legado para los ciudadanos y futuras generaciones!
Marja Edelman
Secretariado Regional (LAC) del Pacto Global de Alcaldes para el Clima y la Energía (GCoM)