Después del reconocimiento de la pandemia de Covid-19 por parte de la Organización Mundial de la Salud, los líderes locales en América Latina y el Caribe tomaron medidas que tienen en cuenta la responsabilidad de los ayuntamientos para salvaguardar la salud de toda la población que accede a los servicios y eventos disponibles en los municipios. Alcaldesas y alcaldes de la región están dando respuestas firmes en este momento de crisis global.
En una serie de artículos, destacaremos las iniciativas de las ciudades signatarias del Pacto Mundial de Alcaldes por el Clima y la Energía para enfrentar la pandemia en América Latina y el Caribe. Estos líderes ya forman parte de la mayor alianza global de gobiernos locales para el clima y ahora también destacan por la implementación de políticas públicas para ayudar a las poblaciones en un momento de emergencia sin precedentes. Participa enviando sugerencias de iniciativas en tu ciudad.
Bogotá – Colombia
La alcaldesa de Bogotá, Claudia López Hernández, extendió el aislamiento social en la ciudad hasta el 27 de abril. El movimiento llamado «Cuarentena por la vida» determina que solo una persona de cada familia sale de la casa a la vez, para comprar artículos esenciales.
En el área de seguridad alimentaria, la ciudad quiere garantizar el sustento, durante la cuarentena, de 350 mil familias que viven en condiciones de pobreza y vulnerabilidad. Y para llegar a medio millón de familias asistidas, se lanzó una campaña de donación para atender a otras 150 mil familias en las mismas condiciones. El boleto básico será de 425 mil pesos colombianos, el equivalente a poco más de 100 dólares.
Otra iniciativa es la creación de una línea de crédito para empresas de eventos y restaurantes, que son las actividades comerciales que sufrieron las mayores limitaciones de sus actividades durante la cuarentena. También trabajando para evitar despidos masivos, la ciudad promete crear líneas de financiación para aumentar la capacidad productiva de algunas industrias y sectores, además de activar una fábrica de máscaras y restaurantes y cocinas para alimentar a la población vulnerable.
La educación pública también ingresó al plan de emergencia de la ciudad de Bogotá. El calendario escolar ha sido modificado para que los estudiantes no queden indefensos, y se han establecido reglas para la educación a distancia.
São Leopoldo (RS) – Brasil
La ciudad decretó un Estado de Calamidad e impuso medidas inmediatas destinadas a contener la propagación y prevenir COVID-19. Uno era el aislamiento social. Los espacios de aglomeración como centros comerciales, discotecas, bares, gimnasios, salones de belleza, cines, clubes, museos y teatros no pueden funcionar. Los únicos centros comerciales autorizados para operar son farmacias, clínicas de salud, panaderías, supermercados.
Para el transporte público, la ciudad ha determinado que el número de personas no puede exceder la capacidad de los pasajeros sentados, además de determinar la limpieza diaria de los vehículos. Los vehículos también deben tener información sanitaria sobre higiene y cuidado para la prevención de COVID-19.
Para detectar y derivar pacientes con sospecha de contaminación, la ciudad estableció estructuras modulares para evitar que otros usuarios de la red pública tengan contacto con pacientes con síntomas de coronavirus. Después de esta primera evaluación en este espacio separado, el usuario será redirigido a aislamiento en el hogar u hospitalización.
Franco da Rocha (SP) – Brasil
Para preparar el sistema de salud para un aumento de la demanda, la Ciudad de Franco da Rocha erigió, en diez días, un Centro de Observación y Evaluación para ayudar a Covid-19. El sitio funcionará las 24 horas del día y cuenta con unos 70 profesionales de la salud.
El centro está preparado para realizar pruebas rápidas y ayudar a los pacientes remitidos por las unidades básicas de salud. Hay 40 camas preparadas para atender a pacientes con síntomas leves a moderados. Los casos más graves se derivarán a las Unidades de Cuidados Intensivos.
Montevideo – Uruguay
Hacer frente a la violencia contra las mujeres también ha ingresado en el plan de emergencia de Montevideo, ya que el aislamiento en la cuarentena puede aumentar los casos de agresión doméstica. La ciudad ha ajustado horarios y servicios especiales para asistencia gratuita a mujeres en situaciones de violencia, además de proporcionar asistencia telefónica de emergencia.
La ciudad implementó el teletrabajo para los servidores públicos, reforzando el aislamiento social. Otra medida anunciada fue la donación de canastas de alimentos y productos de higiene a familias necesitadas.